miércoles, 13 de noviembre de 2013

De dobles veces.


Y aquí estamos otra vez.
Nunca te cansas. Nunca vas a cansarte de mi.
Y haces que todo alrededor tiemble.

Que sea frágil, que no sepa sostenerlo.
Que no me rompa, pero que me doble.

Y no puedo más.
No puedo verte pasando como el que va a  trabajar todas las mañanas.
No me sale llorarte, no me sale gritarte.

Sólo…Déjalo ahí.
Estoy cansada.

No puedo volver a mirar nuestras fotos.
Y comprobar que los años pasan, que pasan de verdad.
Y que no sé recuperarlos.
Que no sé cómo hacer que las cosas vuelvan.
Estoy muy cansada.

Tanto, tanto, que voy a quedarme aquí.
Voy a sentarme en este montón de hojas y voy a esperar a que hagas algo.
A que pasen las noches y febrero me atropelle.

Sólo voy a dejarme caer aquí y voy a esperar a que alguien venga a levantarme.
El tiempo que haga falta.
Cerraré los ojos y jugaré al juego.
Y no los abriré hasta que no sea verdad.

Y necesito, necesito que lo intentes.
Que intentes.
Que soples en las hojas secas y me hagas fotos nuevas.
Y vuelva a tener calor por dentro.

Un poquito, sólo un poquito.
Sólo un poco es suficiente.
Porque tengo tanto, tanto frío…

Sólo por las noches.
Sólo por las noches cuando las luces se apagan y las distancias se hacen un mundo entero.
Y vuelve otra vez.

Aquí estamos otra vez.