viernes, 24 de enero de 2014

Madrid Vol II


Ahora te miro con otros ojos.
Como fría y oscura.

Como húmeda. Anocheciéndote y despertándote entre niebla.

Como un día zombie.
Como una farola que tintinea en una calle oscura.

Como un desayuno a solas. Y la línea 7 parada en un semáforo.

Eres preciosa. Igual que las puestas de sol en un alféizar.
Igual que los besos lluviosos. Y las tortitas los domingos.

Igual que un té cada tarde.
Preciosa como la sensación de notar que  llora el corazón de emoción.

Suave, blanca, dulce. Como cuando te oigo reír. Porque te oigo reír en mi cabeza.
Caliente. Porque me abrigas el corazón. Me sabes llenar.

Insegura, insensata. Cabezona.
Como pasar por un charco enorme.
Estresada. Siempre con prisas, a ninguna parte.
Con las horas quemándote el tiempo.
Tan llena de cosas, tan llena de vida, que a veces es como sentirse sola entre un montón de gente.

Me dueles.
Me dueles cuando veo que no supiste esperarme. Que seguiste arrancando hojas del calendario sin esperar a que yo paseara por tus estaciones.

Pero te amo.
A pesar de todo y todos, te amo.
A pesar de que escribas el principio de nuestro final.
Y yo, a veces, me quede esperando nuestro nuevo capítulo.
Sentada en la ventana, llamando a la primavera.

Te amo, Madrid.