lunes, 13 de octubre de 2014

A veces

A veces tengo la sensación de que mi vida se partió aquel diciembre.
Que algo muy ligero se rompió. Como  se rompe la quietud, pisando las aceras lluviosas.
Que todos los brillos, las luces, los inviernos festivos, se marcharon con tu ausencia.

Dejaron un sendero de pasiones sin domicilio.
De batallas tras batallas.
De amantes de temporada que no saben engañar al corazón.

Y a veces me imagino y no es contigo.
Y voy derrochando el amor que me sobraba.
Rescatando en las esquinas los suspiros que malgasté.

Y busco entre las sábanas la fe que aún me falta.
El pegamento que selle las grietas por las que se me escapa la ilusión.
Que ponga nombres a los besos que no he dado.
Que me reenseñe a pronunciar palabras que paran los latidos.

Y supongo que en octubre las madrugadas ya no calientan las pieles.
Y supongo también que los amores hibernan.
Y que cuando llegue la primavera, volverán a revivir mis flores.

Pero a veces, sólo a veces, tengo la sensación de que mi vida se partió aquel diciembre.

Y que lo que se rompió, hibernará para siempre.